[WTHGRi] Coffe shop

Genero: Romance

Pareja: G-Ri

-No me esperes después del colegio

-Nunca lo hago

Su madre le sonrió como siempre lo hacía; Cálidamente y llena de felicidad. Sabía que su hijo tenía ese extraño hábito de salir de casa una hora antes del inicio de las clases, para volver dos o tres horas después de que estas terminaran. A decir verdad, desconocía el motivo por el cual su hijo hacia esto cada día sin falta, pero le alegraba ver los ojos destellantes que ponía cuando salía, y esa sonrisa de satisfacción al volver.

Por su parte, el joven tomo su chaqueta, se colocó su gorro y bufanda, y salió al lugar que siempre acostumbraba visitar. ¿Por qué lo hacía? Solo él lo sabía

Era una sensación agradable la del viento rosando sus mejillas, acariciando su delicada y blanca piel cubierta de prendas coloridas -pero perfectamente conminadas-

Caminar por esas calles tan solitarias, con los auriculares en un volumen considerablemente alto, y las manos extendidas al aire, le daban la impresión de flotar en la nube más alta, con toda la libertad que alguien o algo podía tener. Luego, cerraba los ojos. Tocaba su corazón, y al abrirlos, una brillante luz blanca aparecía del otro lado de la calle.

En ese punto, lo veía a “él”, sonriéndole. Expandiendo su mano para que caminaran juntos.

Atravesaba el espacio que los separaba, pero al llegar, “él” se iba. Esa perfecta imagen creada por su mente, era tan real que olvidaba que solo era un producto de su gran imaginación.

Sonreía nuevamente, para así continuar su camino.

Una vez a punto de entrar en el establecimiento, guardaba los auriculares, se retiraba el gorro, e intentaba lucir lo mejor posible.

Justo en el momento en que la puerta se abría, se aceleraba su ritmo cardiaco; Un extraño dolor se manifestaba en su estómago, sin embargo, era un malestar agradable. Aquel vago reflejo de antes, era todo lo contrario ahora. “Esa” persona en verdad se encontraba parado frente a él, sonriendo como acostumbraba. Realmente podía verlo.

Con pasos torpes llegaba a su mesa de siempre, la cual nunca estaba ocupada. Aunque aquello le pareciera extraño, no lo cuestionaba demasiado, puesto que al lado era donde aquel chico de cabellos desordenados atendía; Tenía más de 6 meses visitando el mismo lugar cada día, y aún no entendía del todo como funcionaba. Sabía que cada mesero de encargaba de 3 mesas, eso para agilizar la atención al cliente, y cada empleado tenía definidos los lugares.

Él sabía eso, pero nunca tuvo el valor suficiente para sentarse en el área de él chico. En cambio, prefería observarlo a lo lejos.

-JiYong, llegas 2 minutos tarde

La rubia sonrió con sarcasmo; Era ella quien había atendido a JiYong todo ese tiempo, y sin la necesidad de que este le contara la razón por la que no faltaba ni un día, ella lo sabía a la perfección

-Mira quien acosa a quien

ChaeRin le dio un leve golpe en el hombro, para luego reír a la par

<<Lo siento. Las donas se terminaron>>

JiYong entraba a un estado de trance cada que escuchaba aquella voz dulce. No importaba que solo dijera “¿En qué puedo servirle?” “Enseguida lo traeré”, o cosas por el estilo. Amaba la voz de ese chico.

-¿Cuándo piensas hablarle?

-Ya te lo eh dicho- Clavo su mirada en la mesa –Por más que lo desee, no me atrevo…

-Deberías tomar la iniciativa. SeungRi es bastante popular

La piel de JiYong se erizo, al igual que en los días de invierno y vas afuera con poca ropa. Aquel chico se encontraba a poca distancia. Si se enteraba de que era constantemente observado por él, sería el fin.

-¡ChaeRin!

“Grito” por lo bajo, escondiendo su rostro con el menú

-¿Qué? ¿Hay algo malo en declarar tu amor por alguien?

-No lo amo…- Sus mejillas se tornaron de un intenso rojo carmesí –Solo me gusta verlo sonreír…

<<SeungRi oppa, ¿Cuándo vendrás a atendernos?>>

JiYong observo molesto como “esa mujer” recurría a la excusa del empleo de SeungRi para tener su atención. Le resultaba bastante desagradable.

El sonriente muchacho fue a atender a sus “clientas frecuentes”; JiYong no le quitaba la mirada de encima.

-Hola chicas, ¿En qué puedo servirles?

La castaña le sonrió, poniéndose de pie, y tomando a SeungRi por las manos; JiYong desprendería humo por los oídos si pudiera.

-Quítate ese estúpido traje de mesero, y hablemos en privado sobre lo que quiero…

JiYong golpeo la mesa, y se levantó frustrado. Quería alejarse de todo, quería llorar como un niño, y desahogar todo su enfado; Se sentía enfadado consigo mismo por no tener determinación y acercarse a esa persona que le robaba el sueño, y lo elevaba al cielo con solo sonreír

Deja de lamentarte. Es tu culpa por ser tan ingenuo… Jamás le gustarías, eres un hombre. Se decía a si mismo mientras luchaba por contener su llanto.

-¡Espera!

JiYong fue detenido por una mano extraña; Una mano que se postro en su hombro, transfiriéndole una especie de calidez que lo tranquilizaba y alteraba al mismo tiempo.

Se dio la vuelta, encontrándose el final de su cordura; Era SeungRi quien lo seguía.

-Olvidaste esto-

Le mostro a JiYong su mochila, con una sonrisa que dejo al rubio paralizado; Es tan perfecto

-G…Gra…

SeungRi continuaba sonriendo, más al ver como JiYong se ruborizaba. Saco un pañuelo, y lo paso por las mejillas de JiYong, limpiando sus lágrimas cuidadosamente.

Todo se sentía muy bien para el rubio; Aquel chico al que tanto le gustaba mirar a distancia, estaba ahora frente a él, a solo unos centímetros de distancia, acariciándole la mejilla.

-No sé porque llorabas, pero no deberías hacerlo, siempre es mejor mostrarte al mundo con una sonrisa.

Le metió el pañuelo en la mano, y le revolvió los cabellos para después marcharse.

-Él… me… hablo…

En un estado de shock total, continuo su camino hacia su escuela; Las personas que lo veían podrían pensar que se trataba de una especie de muerto viviente

Me hablo… Me toco…

Repetía en su mente una y otra vez, recordando esas imágenes que le trajeron tanta felicidad.

1 hora, 2 horas, 3 horas. Shock total.

No hizo nada más que pensar en SeungRi; en su “amor platónico”. No presto atención a sus profesores, no hablo con nadie, no comió, y ni siquiera se movió de su banco.

Me hablo… Me toco…

El timbre que marcaba el termino de las clases hizo acto de presencia.

JiYong miro la hora en su móvil.

¿Debería ir?

Se cuestionaba nervioso.

<<Muévete y ve a hablarle>>

Fue como si la voz de ChaeRin entrara a su cabeza.

Iré con él… Voy a hablar con él…

Corrió al baño con las ansias a flor de piel; Abrió el grifo e intento arreglar su cabello lo mejor posible. Practico la manera en que debía iniciar una conversación, sin importarle las burlas de los chicos que entraban y salían del lugar.

Saco el pañuelo que atesoraba en su bolsillo; Lo froto contra su rostro, sonriendo, preparándose para el mayor reto que habría enfrentado.

Inhalo, acomodo su camisa, y con las extremidades temblorosas entro al establecimiento.

Todo se veía vacío; Al fondo solo una mesa era ocupada por una pareja de personas de la tercera edad. Miro al frente suyo, y regreso a su estado de shock.

SeungRi limpiaba una de las mesas. Usaba las mangas remangadas, la camisa abierta de los primeros dos botones, y ligeras gotas de sudor recorrían su piel blanca.

JiYong no podía cerrar su boca, o detenerse. Quería tocarlo, e inconscientemente continuo avanzando, o al menos así era, pues tropezó con una de las sillas.

El estruendo fue tal que llamo la atención de SeungRi, quien corrió de inmediato a ayudarlo.

-¿Estas bien?

JiYong no respondió; Había sido demasiado vergonzoso. En cambio, SeungRi lo llevaba del brazo a la mesa cercana, pero JiYong no se atrevía a mirarlo.

-Hey, si no hablas ¿Cómo sabré qué no fue algo grave?

JiYong sonrió; Lo había observado, y en ocasiones escuchado. Ese chico realmente le hacía reír, a pesar de que hablara enserio

-¿Eso significa qué estás bien?

-S…si…Gracias

SeungRi sonrío, y JiYong se sonrojo.

En la caída, varios cuadernos de JiYong quedaron en el suelo. SeungRi fue a recogerlos .

-Woaa~ Debes ser muy inteligente hyung…

-¿Hyung? ¿Cómo sabes que soy mayor?- SeungRi rio

-¿Y tú como sabes que soy menor?

JiYong palideció. ¿Acaso se había delatado él mismo?

-ChaeRin me hablo de ti- SeungRi se incorporó, sentándose al lado del rubio –También te eh estado observando… -JiYong no esperaba eso –Siempre te sientas en el mismo sitio. Siempre vienes antes y después de clases. Por las mañanas comes una dona de chocolate y un café, por las tardes algún postre… Todos los días reservo tu mesa, incluso hoy guarde la última dona para ti, pero te marchaste antes de…

Sorpresivamente para ambos, JiYong le robo un beso tímido en los labios

-Hyung… Ve más despacio, o podrías intimidarme…

SeungRi tomo la mano del mayor, haciéndole sentir a este una tranquilidad y felicidad indescriptibles, y JiYong, podría llenarse del sabor que aquella cafetería le traían…

Siguiente oneshot (Proximamente)---

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